El presente documento es un informe de los capítulos sobre Conceptos importantes en materia de Actividad Física y de Condición Física, La Actividad Física, la Condición Física y la Salud Infantojuvenil, Recomendaciones sobre Actividad Física para la infancia y la adolescencia, Sugerencias prácticas para la promoción de la Actividad Física infantojuveni, La Actividad Física en el entorno escolar y en la comunidad, La Actividad Física en el entorno escolar y en la comunidad, La Actividad Física en el entorno escolar y en la comunidad, hablare un poco sobre estos temas, iniciando con unas definiciones que me parecen muy interesantes.
Los puntos que rescato serian los siguientes
Actividad física: se define como un movimiento corporal producido por la acción muscular voluntaria que aumenta el gasto de energía. Se trata de un término amplio que engloba el concepto de “ejercicio” físico.
Ejercicio físico: es un término más específico que implica una actividad física planificada, estructurada y repetitiva realizada con una meta, con frecuencia con el objetivo de mejorar o mantener la condición física de la persona. Por ejemplo, las actividades de jardinería o subir escaleras en el hogar no pueden catalogarse como “ejercicio” estructurado, pero evidentemente constituyen actividades físicas.
Condición física: es un estado fisiológico de bienestar que proporciona la base para las tareas de la vida cotidiana, un nivel de protección frente a las enfermedades crónicas y el fundamento para el desarrollo de actividades deportivas. Esencialmente, el término condición física describe un conjunto de atributos relativos al rendimiento de la persona en materia de actividad física.
Salud: es un reflejo del bienestar global físico, mental y social de la persona. Este término es mucho más amplio que la mera ausencia de enfermedad. La salud, como todos sabemos, es una característica que no se mantiene estable a lo largo del tiempo y que puede variar a lo largo de un desarrollo continuo desde situaciones próximas a la muerte (mala salud) hasta un funcionamiento fisiológico óptimo (alto nivel de bienestar); por ultimo de este capitulo, el ritmo cardíaco se puede medir con facilidad, bien en la muñeca (pulso radial) o bien en el cuello (pulso carótido), y debe ser convertido en el número de latidos por minuto del corazón (“latidos por minuto” —lpm—). Se puede medir el ritmo cardíaco durante un minuto completo o se puede medir durante un período más corto de tiempo (por ejemplo, 15, 20 o 30 segundos) y multiplicar el valor obtenido por el factor relevante (4, 3 o 2, respectivamente) con el fin de convertirlo a latidos por minuto. Se requiere un conocimiento del ritmo cardíaco en reposo y del ritmo cardíaco máximo de la persona para poder medir la intensidad del ejercicio de forma más eficaz.
iniciando con los objetivos de este capitulo:
Describir la relación entre la dosis (cantidad) de actividad física realizada y el estado de salud.
• Describir los beneficios para la salud infantojuvenil derivados de la actividad física.
• Proporcionar datos estadísticos sobre la actividad física y la condición física entre la infancia y la adolescencia españolas.
• Definir y describir el sobrepeso y la obesidad.
• Describir las causas y las consecuencias del sobrepeso y la obesidad en la infancia y la adolescencia y su relación con la inactividad física.
• Debatir la incidencia del sobrepeso y la obesidad en la infancia y la adolescencia españolas.
Estos puntos me parecen demasiado importantes debido a que aporta en mi formación como docente, ya que en mi primaria de practicas se presentan varios de estos puntos, algunos como un posible problema y otros como factores posibles, me aportan mas conocimiento para llevar a mis clases.
De este tema rescato el punto de las Pirámides de Actividad Física de Corbin, una para niños y niñas y la otra para adolescentes , constituyen una valiosa herramienta para enseñarles a valorar cada uno de los componentes de la condición física relacionada con la salud, así como de la inactividad y por ultimo sobre los niveles de actividad física se pueden medir en niños, niñas y adolescentes mediante una serie de métodos diferentes, cada uno de ellos con sus propias ventajas y limitaciones. Las técnicas más exactas para medir la actividad física incluyen el uso de agua doblemente marcada (una técnica de laboratorio) y la observación directa de la actividad física. Ambas técnicas cuentan con una elevada objetividad y proporcionan resultados válidos. No obstante, la primera técnica es muy cara y, por lo tanto, no resulta adecuada para estudios amplios. La segunda requiere el uso de observadores con una buena formación y también resulta inadecuada para un gran número de sujetos.
Comentarios
Publicar un comentario